Hace un par de décadas cuando internet empezaba a perfilarse como nuevo paradigma para la conslidación de la llamada "sociedad de la información", el profesor del MIT, Tom Malone, comenzó a imaginarse las posibles repercusiones de esta nueva faceta de la humanidad.
Su ejercicio imaginario quedó impreso en distintos artículos y reflexiones escritas que definían proyecciones concretas para esta nueva era. Entre ellas aparecía una condena contra las grandes megacorporaciones al afirmar su "descentralización y externalización", lo cual eventualmente derivaría en un modelo de ecosistemas industriales formados por redes de nodos activados y sintonizados. Evidentemente este escenario que Malone previó hace 20 años no contempla la supervivencia del tradicional modelo corporativo.
La principal razon de este transformación atiende a que los grandes conglomerados estan simentados sobre estructuras extraverticales, originalmente diseñadas para economizar los llamados "costos de transacción", costos implícitos en la coordinación y el intercambio de información entre los equipos y células involucrados en la cadena de producción o servicio. Sin embargo estos costos, con la aparición de las holo redes distribuidoras de información, se desvanecieron.
Este fenómeno resulta en que pequeñas organizaciones tienen la misma efectividad de interconexión que las grandes corporaciones verticales, pero además gozan de todos los beneficios de construir en campo abierto: flexibilidad, inmediatez, agilidad, y cooperación orgánica. Esto representa una ventaja competitiva tal que es suficiente para pensar que los millones de Davids terminarán por expulsar a las decenas de Goliats del nuevo mercado.
Hoy surgen de manera casi espontánea compañías que se crean en unos cuantos días, contruyen redes de trabajo entre varios proveedores y unos cuantos empleados, quienes trabajan en conjunto para resolver un proyecto en particular. Al término de este los integrantes se dispersan o reacomodan en sus respectivos sitios. Eventualmente todos los involucrados volverán a conformar distintos equipos humanos, en su mayoría con lineups inéditos, y enfrentarán una nueva aventura productiva.
Durante una entervista en 1998, Malone afirmó a la revista Wired:"Imagina a un AT&T que se fragmenta no en dos o tres grandes compañías, sino en doscientos o trescientos mil pequeñas compañías"
Al parecer el escenario descrito en los párrafos anteriores plantea dos simples opciones para las grandes corporaciones que han dominado sus respectivos mercados durante las últimas dos o tres décadas: agonizar lentamente hasta que los muros del imperio comienzen a desmoronarse, o descentralizarse voluntariamente en pro de modelos orgánicos de organización laboral.
"Esta especie de radical y voluntaria descentralización, representa una atractiva y viable alteranativa para las grandes compañías"
Por su parte Paul Graham, "el papa oso" de los startups de tecnología, se explica así la insostenibilidad corporativa:
"Resulta ser que la regla que afirma que las organizaciones grandes y disciplinadas triunfan, necesita ahora un pequeño apéndice al final con la advertencia: únicamente en escenarios que cambian lentamente. Nadie sabía lo que pasaría cuando el ritmo del cambio alcanzara cierta velocidad"
Más allá de las acertadas predicciones del profesor Malone, y las explicaciones de Pappa Bear Graham, lo que podemos confirmar es que la velocidad con las que nuevos escenarios surgen o se desvanecen, y la fugaz vigencia de hábitos, módelos, y paradigmas, amenazan la estabilidad de algunos de los pilares más sólidos en la cosmovisión de las sociedades contemporáneas, lo cual indiscutiblemente nos lleva a afirmar que estamos viviendo una era apasionante.
Via Pijama Surf
No comments:
Post a Comment